No es cosa de chicos: dos tercios de los adultos argentinos juegan en el celular.
La pandemia modificó algunos hábitos e introdujo mucho otros; así fue como los adultos se convirtieron en usuarios frecuentes de videojuegos para plataformas móviles; sucede tanto en la Argentina como en el resto del mundo y tanto en plataformas pagas como gratis
La denominada generación X, que hoy tiene más de 40 años, compite de igual a igual con los más jóvenes en el universo de videojuegos para dispositivos móviles. Según datos del portal de estadísticas globales Statista, mientras que en 2019 el 61% de los adultos tenía juegos instalados en sus dispositivos, durante 2020 ascendió a 88%, pandemia mediante.
Con mas precisión, la empresa argentina Etermax, creadora del juego Preguntados y Apalabrados, dos de los juegos más utilizados por los adultos, señala que hay 19 millones de argentinos adultos que utilizan sus dispositivos móviles para jugar. La industria del gaming no estuvo exenta de muchos de los cambios que introdujo 2020 en los hábitos de los usuarios de Internet, ya que los juegos móviles se consagraron como un medio no sólo de entretenimiento, sino que también de conexión con los otros. “Durante el 2020 la descarga de juegos móviles a nivel mundial creció un 33%. En nuestro caso registramos un crecimiento del 125% en los usuarios activos diarios, lo que representa un 25% por encima de nuestra previsión original”, explica Mariano Fragulia, jefe de producto de Etermax.
En términos de categoría y de acuerdo a un estudio de la Universitat Oberta de Catalunya, este segmento de jugadores tiene preferencia por los juegos de rompecabezas, al igual que las trivia, de cartas y de mesa. Los de acción, deporte y simulación son los menos populares. Además, el 70% de los mayores de 45 años ha realizado algún pago en un juego móvil y le dedica, en promedio, una hora al día, en sesiones de 5 minutos.
En el imaginario colectivo el término gamer remite a una persona que pasa muchas horas frente a una pantalla, ya sea consola o PC, y con un equipamiento costoso. Las nuevas tecnologías obligan a repensar el concepto de jugador.
Fuente: La Nacion